Febrero 9, 2024
En el marco del proyecto RLA 7025 «Fortalecimiento de las capacidades en los medios marinos y costeros mediante técnicas nucleares e isotópicas», en el que Nicaragua participa por medio del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos (CIRA) UNAN-Managua, se realizaron investigaciones, entre las que figuran las monografías presentadas por estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental.
El RLA 7025, cofinanciado por el Organismos Internacional de Energía Atómica (OIEA), inició en el 2020 y se centra en la capacitación, investigación y análisis de cuatro problemáticas ambientales de los mares y costas: acidificación de océanos, (FANs) o mareas rojas, microplásticos y eutrofización, al igual que en la comunicación efectiva del desarrollo de actividades del proyecto.
Las investigaciones contribuyen al cumplimiento de los objetivos del Proyecto, entre los que destaca la generación de una línea base de información que permita dar alerta temprana de eventos Floraciones de Algas Nocivas (FANs) y contribuir a la adopción de estrategias y políticas de conservación y gestión sostenible de los ecosistemas marinos y costeros.
Las jóvenes Anielka García, Génesis Gómez y Maraegretta García, tutoradas por el doctor Dimas García Guzmán, presentaron los trabajos titulados «Calidad de agua y sedimentos en ecosistemas marinos costeros de las playas Punta San José y El Chorro, en el periodo de septiembre 2021 a mayo 2022; «Calidad de agua y sedimentos en ecosistemas marinos costeros del Pacífico centro de Nicaragua, playas Masachapa y San Diego, en el período de octubre 2021 a mayo 2022» y «Calidad de agua y sedimentos en los ecosistemas marinos costeros de las playas El Ostional y San Juan del Sur, Rivas, en el período de septiembre 2021 a mayo 2022».
De acuerdo con Anielka García, los resultados de su investigación arrojaron que Punta San José se ha visto afectado, pero en menor cantidad con relación a El Chorro, debido a la actividad industrial camaronera de la zona, cuyos desechos vierten en el mar. «En los sedimentos se encontró más nitrógeno y fósforo; se puede decir que el agua está apta dentro de los rangos permisibles para la vida acuática, pero debe haber mayor tratamiento para estas aguas».
Por su parte, Génesis Gómez refirió que se determinó que las aguas y los sedimentos en Masachapa y San Diego están en perfectas condiciones; en cuanto al fitoplancton, se descubrieron dos especies tóxicas, para detectar alerta de marea roja. «Al detectarlas hay cierta inquietud porque puedes ser nocivas tanto en las personas como en las especies marinas».
Maraegretta García sostuvo que la calidad del agua en los sitios de estudio aún es buena, a pesar de ciertas modificaciones en sus características físicas, químicas e hidrobiológicas. «Siempre hay que estar alerta en el caso de las floraciones algales nocivas, pues se obtuvo que sí hay especies que pueden ser tóxicas, pero en un número menor a los que establecen los límites permisibles, por lo que se sugiere mantener un monitoreo en el ecosistema», puntualizó.
Las jóvenes, con el acompañamiento de investigadores y especialistas en análisis del CIRA visitaron los sitios objeto de investigación donde se tomaron muestras para su análisis en los laboratorios del Centro, que les brindó las herramientas necesarias para el desarrollo de su trabajo. Las ahora licenciadas, conjuntamente expresaron que los resultados de estos esfuerzos pueden ser retomados para la toma de decisiones y respuesta oportuna ante posibles eventualidades que afecten a los ecosistemas marinos.